En las páginas del diario Clarín ARQ
Publicación referida al Concurso Nacional de Ideas para el Predio de la "Estación Concordia Norte"
Fotomontaje de la estación Ferromotor propuesta para la ciudad de Concordia, Entre Ríos. La imagen muestra el lateral Este del edificio, correspondiente al sector de arribos de trenes.
Fotomontaje de la estación Ferromotor propuesta para la ciudad de Concordia, Entre Ríos. La imagen muestra el lateral Este del edificio, correspondiente al sector de arribos de trenes.
Paraná y Santa Fe desde el cielo
Cúpulas, antenas, cornisas con rosetones, angelitos y animales, observan 
y vigilan la ciudad desde arriba, mezclándose con un si fin de azoteas desbordadas de ropa tendida en sogas serpenteantes, que juegan al compás del viento recortando así la silueta del cielo. La esfera celestial tiene un guardián, es el gallo de las veletas que giran en lo alto; figuras que según los historiadores santafesinos tienen una connotación simbólica y hasta exorcizante contra ciertas fuerzas del mal.Cuentan que las veletas que tiene por protagonista a este animal, significan la vigilancia del clero, como así también el arrepentimiento de San Pedro. Por otro lado hay un poder mágico en el canto del gallo, pues se asegura que este ahuyenta a los malos espíritus. Sobre los Techos de la ciudad, cientos de veletas que giran, cantan y cuidan, figuras humanas y de animales que nos miran desde allá arriba por todo la ciudad.
y vigilan la ciudad desde arriba, mezclándose con un si fin de azoteas desbordadas de ropa tendida en sogas serpenteantes, que juegan al compás del viento recortando así la silueta del cielo. La esfera celestial tiene un guardián, es el gallo de las veletas que giran en lo alto; figuras que según los historiadores santafesinos tienen una connotación simbólica y hasta exorcizante contra ciertas fuerzas del mal.Cuentan que las veletas que tiene por protagonista a este animal, significan la vigilancia del clero, como así también el arrepentimiento de San Pedro. Por otro lado hay un poder mágico en el canto del gallo, pues se asegura que este ahuyenta a los malos espíritus. Sobre los Techos de la ciudad, cientos de veletas que giran, cantan y cuidan, figuras humanas y de animales que nos miran desde allá arriba por todo la ciudad. 
Texto: arq. Gustavo Ariel Sturla
Dibujos sensibles
Anteproyecto para el Viejo Mercado Municipal de Mte. Caseros, Ctes.Acuarelas y tinta
Tal vez en ese mañana soñado que hoy es ya el presente, las computadoras iban a dejar en el olvido el acto manual de dibujar, si bien la profesía en parte se ha cumplido, cuantas veces nos posicionamos frente a un cliente y bajo su mirada atenta intentamos explicar con gestos una idea, a lo cual el desconcertado receptor nos dice... ¡no lo entiendo arquitecto!, no puedo imaginar lo que usted está pensando, ... y es allí donde moviendo las manos y esforzándonos para romper la dureza que las pc no dejaron, intentamos hacer ver lo que deseamos mostrar....pues allí debería aflorar espontáneamente el simple acto de dibujar y contar,...el sensible dibujo simplemente como elemento de comunicación que no debe morir jamás.
Más alla de ser una forma de expresión, el dibujo testimonia como un libro de memorias el paso del tiempo, donde quedan dormidos: edificios y personas de una época que tal vez ya no volverán.
Vivienda urbana frente a la Plaza de los ConstituyentesSanta Fe -Argentina
Texto y dibujos: Arq. Gustavo Ariel Sturla
Sobre el gusto popular... nada está escrito
Cuando cruzaba el terraplén que separaba el barrio tuve la sensación que atrás quedaba un ruidoso mundo. A mi espalda parecían dormirse suspendidos los sonidos de la ciudad del otro lado.
Silenciosa se fue tornando una inmensa cortina de edificios cual a más alejarme la sentía más distante. Así de a poco me sumergí en otro mundo que también había comenzado a ser mío.
De pronto nuevos olores invadieron mis sentidos, y muchos de ellos no me recordaban a las boutiques, o restopub del centro, por lo contrario me despertaron percepciones confusas; un fueguito encendido se mezclo con el aroma de una hoya humeante del comedor de niños, el olor de la basura quemada se diluyó también en el aroma de la indiferencia plasmado en las alcantarillas. Bajo el éxtasis de lo desconocido me envolvió la arboleda que techaba la calle.
Mucha curiosidad despertó en mi, ver a los vecinos salir de sus hogar y depositar todo lo que no servía en el frente de sus hogares, tuve la sensación de que las viviendas estaban con una posición invertida, y que yo en realidad caminaba por el fondo de ellas; confundido por ello estallaron en mi algunas preguntas, ¿por qué el frente de las viviendas, lugar de comunicación y transición entre el mundo privado y lo público estaban con un sentido trastocado? Al seguir con mis pasos sentí que la calle no me pertenecía y tampoco a quienes allí vivían, tuve la sensación de que el espacio público se había tornado el galpón de fondo, el de los desechos y desusos, enmudecidos por la incognisidad del ambiente.
Comencé entonces a observar que la manifestación de lo público, (el espacio humano y material de todos) no lograba concretarse. Atento vi que donde podría haber una plaza ocupaba su lugar un baldío y basura, y así fui notando que todo aquello que nos confieren la idea de ser y pertenecer estaban dañados, olvidados, destruidos.
Una telaraña de incógnitas soltaron mi reflexión nuevamente y me pregunté: ¿qué sentido tendrían allí palabras como identidad, participación, metas conjuntas?, luego pude intuir que tal vez detrás de esas paredes de fachadas distintas podían estar las repuestas a mis interrogantes.
En las sucesivas caminatas por el barrio no me deje preocupar por mi mirada analítica, y solamente deje llevarme por todos aquellos elementos que el espacio arquitectónico me daba para disfrutar, y entonces así comencé a ver: la línea de fachada no era armoniosa y estilística como las del centro sino que guardaban un concierto de formas, texturas, colores, algo así como las mas cruda impronta del el gusto de la gente. Yo observé que una budinera hacia de antena, una parrilla de ventilador era aun canasto para la basura, un elástico de madera de un cama en desuso era el portón del frente, vi paredes blancas, de ladrillos y cerámica, vi puertas angosta y otras anchas, a veces algunas tenían cortinas para alejar la molestia de las mosca, vi ventanas por todos lados y muchas de ellas cegadas por todo tipos de rejas, contándome esto de la inseguridad reinante; vi casas altas y algunas muy bajitas como si la leyes de proporciones se ajustaran únicamente a las posibilidades de construcción y de uso.
En lo que mas reparé fue en las ventanas pues sin darme cuenta yo logré entenderla como una pantalla instantánea y abierta que me dejaba ver lo que me intrigaba, el interior de la gente que allí habitaba.
Silenciosa se fue tornando una inmensa cortina de edificios cual a más alejarme la sentía más distante. Así de a poco me sumergí en otro mundo que también había comenzado a ser mío.
De pronto nuevos olores invadieron mis sentidos, y muchos de ellos no me recordaban a las boutiques, o restopub del centro, por lo contrario me despertaron percepciones confusas; un fueguito encendido se mezclo con el aroma de una hoya humeante del comedor de niños, el olor de la basura quemada se diluyó también en el aroma de la indiferencia plasmado en las alcantarillas. Bajo el éxtasis de lo desconocido me envolvió la arboleda que techaba la calle.
Mucha curiosidad despertó en mi, ver a los vecinos salir de sus hogar y depositar todo lo que no servía en el frente de sus hogares, tuve la sensación de que las viviendas estaban con una posición invertida, y que yo en realidad caminaba por el fondo de ellas; confundido por ello estallaron en mi algunas preguntas, ¿por qué el frente de las viviendas, lugar de comunicación y transición entre el mundo privado y lo público estaban con un sentido trastocado? Al seguir con mis pasos sentí que la calle no me pertenecía y tampoco a quienes allí vivían, tuve la sensación de que el espacio público se había tornado el galpón de fondo, el de los desechos y desusos, enmudecidos por la incognisidad del ambiente.
Comencé entonces a observar que la manifestación de lo público, (el espacio humano y material de todos) no lograba concretarse. Atento vi que donde podría haber una plaza ocupaba su lugar un baldío y basura, y así fui notando que todo aquello que nos confieren la idea de ser y pertenecer estaban dañados, olvidados, destruidos.
Una telaraña de incógnitas soltaron mi reflexión nuevamente y me pregunté: ¿qué sentido tendrían allí palabras como identidad, participación, metas conjuntas?, luego pude intuir que tal vez detrás de esas paredes de fachadas distintas podían estar las repuestas a mis interrogantes.
En las sucesivas caminatas por el barrio no me deje preocupar por mi mirada analítica, y solamente deje llevarme por todos aquellos elementos que el espacio arquitectónico me daba para disfrutar, y entonces así comencé a ver: la línea de fachada no era armoniosa y estilística como las del centro sino que guardaban un concierto de formas, texturas, colores, algo así como las mas cruda impronta del el gusto de la gente. Yo observé que una budinera hacia de antena, una parrilla de ventilador era aun canasto para la basura, un elástico de madera de un cama en desuso era el portón del frente, vi paredes blancas, de ladrillos y cerámica, vi puertas angosta y otras anchas, a veces algunas tenían cortinas para alejar la molestia de las mosca, vi ventanas por todos lados y muchas de ellas cegadas por todo tipos de rejas, contándome esto de la inseguridad reinante; vi casas altas y algunas muy bajitas como si la leyes de proporciones se ajustaran únicamente a las posibilidades de construcción y de uso.
En lo que mas reparé fue en las ventanas pues sin darme cuenta yo logré entenderla como una pantalla instantánea y abierta que me dejaba ver lo que me intrigaba, el interior de la gente que allí habitaba.
texto: Arq. Gustavo Ariel Sturla
Del proyecto a la realidad
Arquitectura Comercial
Comitente: Santa Fe Celular S.R.L Agencia CTI
Ubicación: Ciudad de Santa Fe
Fecha ejecución obra: Setiembre de 2007
El inmueble antes de la propuesta
Comitente: Santa Fe Celular S.R.L Agencia CTI
Ubicación: Ciudad de Santa Fe
Fecha ejecución obra: Setiembre de 2007
El inmueble antes de la propuesta
La propuesta apuntó a definir en forma concreta aquellas áreas de características publicas (acceso clientes) y privadas (especificas a las personas que trabajan en el local).
En el área pública ubicada en el frente del local se relocaliza la caja y se organiza el área de productos en relación a esta.
En el área privada o sector administrativo del local se ajustan las circulaciones haciendo su uso eficiente y de poca interferencia entre los distintos sectores de trabajo. En cuanto a estos se define de forma concreta cada plataforma de trabajo delimitando un área cómoda y organizada.
También se prevé la ampliación del depósito, generando así mas espacio permitir clasificar y organizar la mercaderia entrante y saliente.
La propuesta optimiza además el sector de office.
Se cuidó la utilización de detalles que unifican la identidad del comercio siendo estos equipamientos de diseños suaves y funcionales pero con una gran pregnancia. Se hizo hincapié en el uso del color resaltando con ellos detalles que dan vivacidad e identidad al espacio.
Dibujar, pensar la obra a realizar
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